Romantico consuelo

El romántico consuelo de una bella fascinación radica en la suave tela que cubre los ojos de una amada, esa tela de seda que impide ver mas allá pero que jamás nubla la vista para las cosas realmente imprescindibles, la seda suave... de colores pastel.

Un suspiro alejado dañado de dolor
suspira penas de un antiguo amor,
se aleja llorando pues ya no hay más,
que una suave tela en los ojos de quien amar.

Y muy lejos más allá del mar,
el suspiro ya apagado se vuelve a escuchar,
el llanto de su antiguo amor al descubrir
lo que una bella tela la hizo prescindir.

De un amor valioso sin mas que amor
y de una buena vida que quizá desperdició.

Y el suspiro lento, se da la vuelta...
para seguir su camino sin nada acuesta.

Si, lo admito, mantengo siempre esa empatía con la naturaleza, ese fulgor con que irradia el sol es mi felicidad, y ese frío es mi ego demostrándose, haciéndoles sentir que me importan menos de lo que creen, las gotas que cayeron eran mis lágrimas derramadas por el dolor de recordar, y las nubes que se fundieron con el cielo representaban con ímpetu mi doloroso deseo. ¿Viste cómo el viento embestía los árboles? la furia encarnecida anoche, era el reflejo de todas las noches en que pasé llorando por tu amor, era la ira que guardó mi corazón que intenta arremeter contra el tuyo destruyendo todas las estúpidas barreras que pusiste y que yo, con mi inmadurez en ese momento no podía abatir, sólo porque fuiste lo bastante inteligente y esas barreras fueron madurando conmigo hoy sigo en la misma situación, pero creelo o no, jamás podrás contra las ventiscas que calan la piedra.
¿Quién dijo que el hombre romanticista murió? Veanlo aquí, personalizado en un alma dura y sentimental, que se envuelve en caretas rudas, que se oculta tras mascaras para simplemente no revelar que aun muere por su motivo literario, por su siempre bella, amada ideal.
En las locuras de amores ajenos se motiva un joven tapado en cicatrizes y mira con recelo la belleza del amor, cree sin condición que en algún momento la vida le sonreirá de nuevo y podrá sonreir sin el inutil recuerdo de que esa sonrisa un día murió.
Tras la sorda luz que se funde en tus palabras, date cuenta que el daño nunca acaba, tras la sorda esperanza de un loco enamorado se reitera en la tumba una acustica brabura que altera los sentidos y obliga al ojo a decir las palabras que el oido quiere expresar.
Desata tus cabos, que tu voz y palabras son las últimas tonadas que mis oidos y ojos quieren tomar.
Alimenta de abono mi vida marchita que rendida entre seda queda redimida a un simple conjuro, y ese conjuro conjura con palabras una rima preciosa que rima con bella desembocando en versos versados por preciosos recuerdos y bellas palabras.

Así el romantico consuelo simplemente queda en el aire esperando que la muerte se siente en mi vida y así dejar atras el amor olvidado de una bella ragazza y un precioso vandolero.