Baile de Navidad

Mientras valseaba sentía en mi algo distinto, que esa era la noche en la que podía liberar a mi corazón de su existencia, cuando sonó la música mi único instinto fue hacerle bien a la fiesta, tal como la Tonks me dijo una vez en que por el estúpido sentimiento no disfruté una,"no hay que faltarle el respeto a la fiesta, hay que honrarla" y eso hice, liberé mis sentidos dejando el cuerpo moverse libre como si la cordura fuera cosa de anormales, viví tranquilo y aunque unas palabras hicieron que me derrumbara, con ayuda de los demonios salí de nuevo adelante y seguí hasta matar el cuerpo, dejándolo vacío, pero fue lo mejor, fue lo mejor de mi vida, el éxtasis del baile, los efectos suaves de unos vasos de alcohol, las cualidades de mis parejas de baile, todo eso hizo que por unos instantes mi mente se esfumara del mundo y me llevará a ese lugar especial que siempre he querido...

Por eso este día irradió belleza, porque la gran felicidad inundó los paisajes de Santiago, porque mi sentimiento iluminado dio vida a uno de los días mas geniales de la vida.