Romantico consuelo

Te quiero escribir un corazón, no, no sólo un corazón sino mi corazón, porque quiero que tu tengas mi corazón, sólo tu, nadie más, eres la candela del alma y la llama de la existencia, la soberana madre selva y las tupidas bella hortencia, santísima alma virgen, venerable eterna salvadora de muertas esperanzas, humana humildad enmarcada en morena tez, saliente desconsuelo sobreestimada agonía, maldita cobardía que olvidas la cordura, somete a otra alma e inunda de coraje esta agradable sensación que enajena todo dolor.

So bastardo adefesio incompetente, tomad tu espada y blandidla con honor alejad la robusta cobardía y atraed con ímpetu la gloriosa valentía, teñid de rojo el manto de batalla y purificad vuestra alma en el vino derramado del oponente, asomad la cara por el escudo y mirad los ojos plagados de miedo.

Tomad, mirad, bebed, asomad, sacrílego de la caballería, monigote arrepentido, indomable perdido, dejad el código y a la dama también, labrad los anchos pastos invernales y trabaja duro, por tí y por tu bien.

Vestidla de rojo y abrazadla con amor, que una dama así no merece nada más que pasión, liberadla de sus ataduras y entregadle el cielo que nada más que ella merece el trono del reino,.

Soberana tan bella, en vuestra tez morena brilla el cántico del cielo y la sonrisa de los dioses que soberbia se impone ante tu carmín talante ajetreada armadura que es su linda cordura.

Sueño todo el día, insomnios en la noche.
Un talante ronroneo que conlleva un abucheo
cigarro arrepentido, con un sombrero divino,
se cruza en mi camino como un loco forajido.
Soltera compañía que sostiene la alegría,
dicha esparcida como un rezo en la abadía
taciturna y lejana se mueve la marcada
extraña alcaparra que aliña la mañana
Sincera agonía, marcado dolor
talante alejado de la risa y el amor
bochorno empotrado en dantesco apilador
descanso manchado por un ordinario actor
Y así te sueño, soltera y sincera
ordena tu cabeza que esta mente te espera
agacha esa locura que es linda y madura
y llega a este pecho, oscuro y sin talento a marcar en silencio esa frase tan dura.