Por ella

So bastardo adefesio incompetente, tomad tu espada y blandidla con honor alejad la robusta cobardía y atraed con ímpetu la gloriosa valentía, teñid de rojo el manto de batalla y purificad vuestra alma en el vino derramado del oponente, asomad la cara por el escudo y mirad los ojos plagados de miedo.

Tomad, mirad, bebed, asomad, sacrílego de la caballería, monigote arrepentido, indomable perdido, dejad el código y a la dama también, labrad los anchos pastos invernales y trabaja duro, por tí y por tu bien.

Vestidla de rojo y abrazadla con amor, que una dama así no merece nada más que pasión, liberadla de sus ataduras y entregadle el cielo que nada más que ella merece el trono del reino,.

Soberana tan bella, en vuestra tez morena brilla el cántico del cielo y la sonrisa de los dioses que soberbia se impone ante tu carmín talante ajetreada armadura que es su linda cordura.