Cuando tomo la pluma y escribo palabras, el cálido sol alumbra la mente ofreciendo una gran cantidad de posibilidades para elegir las mejores opciones y una prosa o verso queda plasmado en el papel, pergamino u piel en el cuál esté escribiendo.
Cuando la sangre hierve y brota por un corte suave producido por mis manos y un fiel cuchillo la tinta pasa a segundo plano y el rojo líquido es almacenado en el escrito asumiendo un rol estético grandioso, es como una flor en la tumba, que con su natural y majestuoso color tiñe el opaco mármol con suaves tonos a vida, y si pasa el tiempo y la flor marchita ahí queda, tranquila reposa su belleza muerta, sobre la mismísima muerte en su esplendor extremo
un baile de palabras claves que la musa esparció por el piso, son los rastrojos de la que fue, la historia mas feliz de la vida.
con un suspiro halagador finalizo las miserables estrofas de un miserable escrito que será miserable hasta morir
Miserable.
15:28 |
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