Cuando leí la noticia, cuando abrí el sobre que hacía una hora depositaban en mi buzón, una alegría inimaginable me invadió por completo, reí, lloré, sentí, amé, sentimientos que hace ya tiempo no se presentan de una manera tan hermosa, me imaginé una botella de champagne unas copas y un brindis a tu salud, un abrazo y un beso tan grande que cupiera todo el esfuerzo que ganaste. Ese puesto especial, esa condecoración, ese premio al esfuerzo, ese honor y privilegio, Ay!!! cuanto me enorgullece, cuanto me alegra, siento como si fuera mio, siento algo enorme y lindo, es tanta la emoción que en pocas palabras escogidas para disimular no puede ser descrito, y luego cuando caigo en que esa emoción no debe ser mía, y que esa botella de champagne nunca se abrirá a mi lado, y que yo aquí, a 32 kilometros de distancia estoy practicamente en otro planeta, así que por eso disimulo mi pesar y hago parecer que nada me deprime, para simplemente ponerte en la tribuna mas alta y gritar con alegría todo mi orgullo y amor. Toda la ensalada de sentimientos y todo el cariño y todo, todo, todo lo hermoso que me hace sentir el logro.

Cuando en esta noche la luna brilla con una magestuosa luz, que las estrellas parecen mas brillantes, y el viento frío ayuda a que el calor sea una simple anecdota... Felicitaciones, y grito desde mi habitación todo lo que te quiero y adoro y aún mucho mas.