Romantico consuelo

un fluir de consciencia en mi consciencia quiero crear tranquilo y sin ánimo desalmado y confiado de que podrá salir sólo con escribir un triste verso romanticista de esos que antaño adoranaban la vida triste aquella en que el cielo escribía con gotas mientras el papel se arrugaba por mis llantos la tinta escurría así como la sangre por mis manos las dagas impetuosas rompían mis brazos que eran listón del arte del amor que jamás pudo crecer y tristemente se quebró tal como el cristal de

(perdí el hilo... no pude terminar...

Así, como un Sancho siguiendo al Quijote, quizá nuestra relación es más pareja, pero no dejas de ser quien nos guía hacia las aventuras por la señora Dulcinea del Toboso, tu vas en tu rocín y yo en mi Burro, tu tienes las ideas y yo las secundo, una amistad que va más allá de la simple paga y que en vez de una sinpar relación es una camaradería insoluble, un ir y venir de emociones, un cuidado mutuo y una simpleza invaluable, aunque muros de hidalguía nos separen, tu esperas a mi burro y yo a tu rocín, son jornadas largas de ires y venires, torpes noches, calmos días, de comidas abundantes y simples, de gastos compartidos, de viajes sufridos y otros relajados, ¿Cuantas veces tiramos al mismo lado, al mismo lugar? es interesante nuestra insípida y desmedida amistad, que nos mueva la estupidez y el lugar de donde provenimos, las circunstancias están a nuestro favor.

Una desmedida reverencia debería darte, por tu buena amistad, aunque seamos individuos que no comparten sus interiores, son estas cosas las que nos hacen diferentes, simple camaradería disfrazada de amistad, y una simple amistad adornada de buenos momentos, de conversaciones testosterónicas y de mujeres a la palestra, y sufrir el mismo mal de amor, simples circunstancias que nos unen y más.

P.U.N.T.O

Kilos y kilos de ilusión, repletan mi corazón marchito al ver tu rostro con esa sonrisa tuya que hace brillar tu cara como el primer lucero del crepúsculo, oh, que grata compañía, el tener cerca tus ojos sonrientes, es que a pesar de las vayas que la resguardan tiene un deslumbrante resplandor que ni siquiera el corazón más oscuro no podría sucumbir ante él.

Atame, con todas tus fuerzas, pídeme que te adore y que te ame, pídeme que te de mi calor, mi ternura y corazón, obligame a ser el guardia de tus sueños, el regente de tus celos y el orador de tu belleza, úsame, tómame, utiliza mi cuerpo y corazón en pro de tus deseos, de tus caprichos y sin razón.

Robaste ya mi vida, de la forma más insólita, dejaste mis murallas convertidas en añicos, dejaste mi castillo destruido y en cenizas, sólo siendo tu, inocente palomita, que cautivaste el corazón con tus tropezones, con tu voz suave, tu oculta mirada y agachada postura, no fue más que tu única y real existencia la que me enamoró y embaucó, oh soberana de mis sueños, no eres más que una sucia embustera en el cuerpo de inocente doncella-

Latidos impulsados por la impetuosa llamada del sentimiento, un simple corazón, que no sabe cómo expresar su sentir, más que en una simple melodía un ropotom ropotom fuerte y torpe sin espacio de descanso, como una marcha marcial que quiere homenajear a la protectora de la nación, loca tontera de amargos pensamientos.

Acróstico sereno de subliminal mensaje,¡deja de leer! y aprecia el sentimiento, las letras no son todo lo que tengo para ti, tengo un corazón hirviendo en locura, pudriéndose en amor, entrégate al olvido y deja a tu cariño, este innoble caballero suplirá su ausencia y te hará conocer los nuevos Olivares que guardan los Elíseos, morada de los héroes y de los dioses, lugar al que llegaré, o llegaremos.

El tonto y pastel olvida un detalle que lujo de antes soberano dintel observa consciente de un posible accidente mas no simplemente lo arregla indecente somente al testigo que alude potente que dicho accidente no fue su conciente y torpe mendigo se luce conmigo pero triste el sonido que abraza en abrigo soltando un cuchillo que acarrea el niño un tonto mantel que cubre la mesa que mesa mas mensa de caoba color estropea la escoba que se emboba y emboba girando y girando entonando y entonando una vieja canción que arrulla la razón termina el color de una loca atracción invadida de encantos y soltera de milagros sonríe sonríe que mi pasta ventile en dientes seguros enrrejado en el muro de las tristes canciones de un tonto y pastel que escribió sin querer

Entregaría mi corazón sin siquiera pensarlo un segundo si tu alma benevola me diera una oportunidad, sólo una oportunidad en que tu Romeo fuera dejado de lado y yo un simple Paris tome el protagonismo de la obra. Oh dulce mía, amada de mis encantos y ladrona de mis sueños, revisa tus sentimientos y escoje para mi el mejor, hazle un tiempo a este bruto ordinario que no tiene más valía que un soneto y más poemas que regalos, dame tu corazón lindo y calido que lo depositaré junto al triste y peludo mío, que a pesar de sus horrendas cicatrizes te puede entregar mucha más belleza de la que puedas imaginar. Éste, mi corazón, está diseñado para amarte, de a poco se va dibujando tu nombre, y en cada sonido al latir, se oye un murmullo que dibuja tu belleza.
Dulce dama de mi cielo, corrompe mi oscuro pecado y expía mis amarguras, llevate las lumbreras del castigo y tortura mi alma con tus besos, doncella de lagunas, arremete con ahínco en este pecho acorazado, rompe con tu fuerza los muros de tormentas, y encausa el río que lleva mi amor, a tu mar de clama y celosa pasión. Torrente de ilusiones, dueña de mis escritos, receptora de angustias y lumbrera de mi noche, luz del presente y futuro, conlleva en tus brazos este pequeño vacío que deja en mi garganta cada vez que quiero decirte cuanto me gustas cuanto te quiero, ni la más mínima sospecha tienes, tierna inocente de que un joven apasionado se ilusiona con tifones románticos de locura y amor. oh flacucha preciosa, deja a tu Romeo, dejalo por mi, aunque duela para todos, mi egoismo celoso te reclama como suya.
Sincero es esto, un simple sentimiento que intenta con palabras despertar algo en ti, flacucha musa de dulce mirada, sociega a este llanto que clama por ti, carente de tus manos, carente de tu cuerpo, inundado de penas y rojo partir.
Por él, el impetuoso guerrero que jugó por ti más no con mi juego, sino convenciendo a tus aliadas y engatuzandote sin salida, oh mi reina, yo habría ido a por ti directo! te habría conquistado a ti, no a los demás, sólo a ti, valiendome de mis armas y encantos, de mis totales sueños y solo habría ganado tu corazón con honor...

Mientras los suaves pétalos caían del cerezo imaginariamente sobre tus suaves manos, mis ojos entornaban una consigna de amor y cariño, te miraban acariciando cada trozo de piel y capturando cada sonrisa en mi corazón, si, mi corazón, plagado de recuerdos preciosos dejados por tu sola presencia, de tus sonrisas y miradas, de tus palabras y tus silencios, de tus movimientos gráciles o tus torpes traspies, de la suave melodía que emerge en tu voz, e incluso la más mínima carcajada que tu garganta deja. Oh dulce dama de la locura, por qué cuando te presentas no dejas un soberano aviso que amarte a ti significa dolor, si dolor, que enamorarse de ti conlleva a la locura, que cada bella esperanza que das en una muestra de tu inocente corazón, quizá virginal o simplemente cauto. Soberana de mis sueños, rellena los espacios fríos de mi poco compuesto corazón con tu cariño y calidez, con la candela de tu alma y sanadora vitalidad. Dulce dama bienhechora te cuidaré siempre, desde lo profundo de mi ser, desgarraré cada tristeza que se atreva a dañarte, juro que seré tu caballero por siempre.