Entregaría mi corazón sin siquiera pensarlo un segundo si tu alma benevola me diera una oportunidad, sólo una oportunidad en que tu Romeo fuera dejado de lado y yo un simple Paris tome el protagonismo de la obra. Oh dulce mía, amada de mis encantos y ladrona de mis sueños, revisa tus sentimientos y escoje para mi el mejor, hazle un tiempo a este bruto ordinario que no tiene más valía que un soneto y más poemas que regalos, dame tu corazón lindo y calido que lo depositaré junto al triste y peludo mío, que a pesar de sus horrendas cicatrizes te puede entregar mucha más belleza de la que puedas imaginar. Éste, mi corazón, está diseñado para amarte, de a poco se va dibujando tu nombre, y en cada sonido al latir, se oye un murmullo que dibuja tu belleza.
Dulce dama de mi cielo, corrompe mi oscuro pecado y expía mis amarguras, llevate las lumbreras del castigo y tortura mi alma con tus besos, doncella de lagunas, arremete con ahínco en este pecho acorazado, rompe con tu fuerza los muros de tormentas, y encausa el río que lleva mi amor, a tu mar de clama y celosa pasión. Torrente de ilusiones, dueña de mis escritos, receptora de angustias y lumbrera de mi noche, luz del presente y futuro, conlleva en tus brazos este pequeño vacío que deja en mi garganta cada vez que quiero decirte cuanto me gustas cuanto te quiero, ni la más mínima sospecha tienes, tierna inocente de que un joven apasionado se ilusiona con tifones románticos de locura y amor. oh flacucha preciosa, deja a tu Romeo, dejalo por mi, aunque duela para todos, mi egoismo celoso te reclama como suya.
Sincero es esto, un simple sentimiento que intenta con palabras despertar algo en ti, flacucha musa de dulce mirada, sociega a este llanto que clama por ti, carente de tus manos, carente de tu cuerpo, inundado de penas y rojo partir.
Por él, el impetuoso guerrero que jugó por ti más no con mi juego, sino convenciendo a tus aliadas y engatuzandote sin salida, oh mi reina, yo habría ido a por ti directo! te habría conquistado a ti, no a los demás, sólo a ti, valiendome de mis armas y encantos, de mis totales sueños y solo habría ganado tu corazón con honor...